sábado, 7 de mayo de 2011

El arte del juguete erótico.

Atrás quedaron los tiempos en los que el juguete erótico estaba enfrentado con el buen gusto, el diseño, la calidad y la elegancia. Tiempos en los que tanto los materiales, las formas y las presentaciones producían un cierto rechazo. Ahora por suerte podemos elegir entre una amplia oferta de juguetes pensados para satisfacer tanto las necesidades más físicas como las exigencias más estrictamente estéticas.

Los plásticos o gomas de calidades y componentes dudosos de los que estaban hechos el 90% de los juguetes eróticos de hace unos años, han dado paso a productos mucho más cuidados, mejores materiales, siliconas y componentes de calidad médica.

Se tienen en cuenta las alergias, las posibles reacciones cutáneas y lo que es más importante las posibilidades técnicas que ofrecen con el noble fin de proporcionar placer.

Los hay con luz, con múltiples programas de vibración, los que rotan, los que vibran al ritmo de la música de nuestro Ipod o Iphone, existen los que se hacen con hielo, los hay con mando a distancia y por supuesto los hay para todos los bolsillos, desde apenas diez euros, hasta los que alcanzan los doscientos, quinientos o mil, por ejemplo bañados en oro o plata. El caso más notorio y publicado por muchos medios de comunicación fue el que regaló Beckham a su mujer Victoria, un vibrador de platino y diamantes valorado en dos millones de dólares según apuntan estas fuentes.

Como vemos, parte del éxito ha tenido como aliadas a mujeres famosas que no han tenido ningún reparo en hacer oficial y público sus preferencias en cuanto a estos complementos eróticos. Casos como el de Madonna, Eva Longoria, Kate Moss, Jessica Alba y un largo etcétera son motivo de especulación en miles de páginas de cotilleos.

Pero mas allá de la verosimilitud de esas informaciones, lo que sí es palpable y notorio es el cambio que se ha producido en nuestra sociedad en cuanto a nuestra relación con los complementos y juguetes eróticos, una aceptación que se hace visible en numerosos programas de televisión, radio, revistas o Internet.

Otro impulso viene desde el ámbito de los profesionales de la salud, ginecólogos, psicólogos etc… que recurren a los juguetes como herramientas de trabajo, ya sean juegos, complementos, cosmética o literatura para ayudar a mejorar o solucionar la vida sexual y en pareja del cliente, tanto individual permitiéndonos conocernos mejor, como en pareja sirviéndonos como un fantástico aliado de mejora en nuestra relación.
Uno de los artículos más conocidos por sus bondades terapéuticas son las bolas chinas, que dentro de sus beneficios están la tonificación de la musculatura pélvica, facilita la consecución de orgasmos, crea las condiciones para una más rápida recuperación tras el parto, reduce el riesgo de continencia urinaria etc...

Lejos quedó incluso la época en que era el hombre el que disponía, elegía y compraba los juguetes eróticos. Hoy la mujer toma la delantera en este terreno, pero no nos equivoquemos, quien piense que son pensados sólo para la mujer o para sustituir al hombre se equivoca completamente. Muchas veces son las propias inseguridades las que nos llevan a pensar así.

Un juguete sexual en pareja es una herramienta más, un complemento extra para proporcionar placer y sólo aquellos capaces de tener una buena comunicación con su compañero/a a la hora de compartir y confesar sus preferencias y gustos sin tapujos, sacarán el máximo partido al universo del complemento erótico.

Como hemos visto, un complemento erótico puede ser un buen aliado para hacer nuestra vida sexual un poco más feliz y plena.

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